En Mont Dore, alójese en "La Petite Montille", una casa nueva y totalmente equipada, perfecta para disfrutar de una estancia maravillosa en familia o con amigos.
Con una calificación de 4 estrellas y capacidad para hasta 6 personas, esta casa consta de:
- En el sótano: un garaje
- En la planta baja: una cocina americana integrada en el salón y un baño con ducha y aseo
- En la planta superior: 2 dormitorios y un aseo.
Además, podrá disfrutar de su terraza de 22 m² con vistas a la montaña Capucin.
La Petite Montille se encuentra a 500 m de las tiendas, a 650 m de las termas y a 3,7 km de la estación de esquí.
Para garantizar una estancia de calidad, los propietarios ofrecen un servicio de conserjería: bienvenida personalizada, ropa de cama y la opción de contratar la limpieza final (140 €).
No accesible para personas con movilidad reducida.
Estancia distribuida por un profesional. A menos que se indique lo contrario, los servicios como la limpieza, la ropa de cama, las toallas, etc. no están incluidos en el precio de este alquiler. Si se admiten mascotas (información en el anuncio), pueden aplicarse suplementos.
Sólo están presentes los equipos específicamente mencionados en este anuncio. Los equipos no mencionados no se consideran presentes. A menos que exista una estación de carga eléctrica en el alojamiento, está prohibido cargar vehículos eléctricos.
Mont-Dore, un balneario de montaña situado en el nacimiento del río Dordoña, es un punto de encuentro para numerosas actividades familiares, tanto en verano como en invierno.
En el nacimiento del río Dordoña y a los pies del volcán Puy de Sancy, Mont-Dore es un extenso pueblo de montaña con una oferta variada. En verano, es un paraíso para los senderistas. En invierno, el esquí y el snowboard son los protagonistas; Mont-Dore es una estación de esquí por excelencia. Y gracias a la pureza de sus aguas y aire, Mont-Dore es también un renombrado balneario. ¡Ven a descubrir sus muchos tesoros!
Al final del valle, elevándose a 1886 metros, el Puy de Sancy, el volcán más alto del Macizo Central, domina Mont-Dore. Su singular paisaje combina escarpados acantilados, mesetas y suaves colinas. Sus cumbres son visibles a decenas de kilómetros de distancia; un auténtico imán para los visitantes.